Buenas, soy Emilio Calatayud. En todas partes cuecen habas. También en los países más civilizados, ricos y avanzados de Europa. Lo malo es que cuecen las habas en España y no en sus países de origen. Me lo contaba el otro día una alumna de ESO: «Don Emilio, en mi instituto han venido unos chicos extranjeros de intercambio y a alguno ya lo han pillado robando en el Primark». La niña me dijo la nacionalidad de los cacos, pero la obvio para preservar su intimidad y, sobre todo, para evitar un incidente diplomático, ja, ja, ja, que ya se sabe que los países civilizados y ricos suelen ser muy tiquismiquis. Daré una pista, eran nacionales de uno de los estados que se está pensando la posibilidad de reinstaurar la mili obligatoria por unos meses. Ahora me explico la razón.

El caso es que hay muchos jóvenes europeos que hacen aquí lo que sus países no se atreverían hacer nunca: botellones, hurtos, etc. Y luego hay quien dice por ahí fuera que somos poco demócratas…

Por cierto, nuestro pésame a la familia de José María Íñigo, el youtuber de todos los españoles cuando no existía Youtube ni falta que hacía.