Buenas, soy Emilio Calatayud. El otro día comentamos aquí en el blog que una familia no es una democracia y hoy añadimos que, menos aún, puede ser un régimen asambleario en el que todo se pregunta y todo se debate. ¿Qué queréis cenar hijos papas fritas con filete o acelgas? ¿A dónde vamos de vacaciones hijos al campo o a la playa? ¿Debemos castigar a Jaimito por meterle la cabeza en el orinal a su hermanita? ¿Hacemos un mini referéndum para decidir quién baja la basura? ¿Compramos un chalé en la Sierra o un piso en el barrio?
Dice un sabio del Albaicín de ‘Graná’ que los padres empezamos a perder el pulso con nuestros hijos cuando nos empeñamos en preguntarles todo. Pues eso. Educar no es hacer dejación de nuestras funciones como padres para parecer ‘enrrollaos’. Ser padres y educar es dar cariño a los hijos y respetarlos, pero también tomar decisiones y poner límites.