Buenas, soy Emilio Calatayud. Muchas veces lo hemos comentado: el sistema de justicia de menores recupera para la sociedad a la mayoría de los niños, pero hay casos que se resisten y pueden acabar en un fracaso. Pues bien, hay ocasiones en que la solución llega por donde menos se espera. Una buena novia o un buen novio pueden ayudar, y de forma decisiva, a que se produzca el cambio. Así como las ‘malas juntas’ conducen a chavales al delito, las ‘buenas juntas’ los sacan de él. En este sentido, nosotros hemos visto transformaciones que nos han sorprendido: chicos o chicas a los que ya dábamos por perdidos, salen del pozo gracias a iniciar una relación sentimental con la persona adecuada. Hay esperanza, siempre hay esperanza.