Buenas, soy Emilio Calatayud. A falta de los últimos flecos, la Asamblea Nacional de Francia (el equivalente a nuestro Congreso de los Diputados) ha dado su visto bueno a la iniciativa del presidente Macron de prohibir los móviles en colegios e institutos. Cuando algunos hicimos esa misma propuesta en España hubo quien nos tildó poco menos que de trogloditas. Pues ahí lo tienen, el país del Mayo del 68 y el ‘Prohibido prohibir’ va a hacerlo a partir del próximo curso.
Según leo, el texto defendido por el partido de Macron, La República en Marcha, considera que el uso de los móviles en los centros educativos «provoca numerosas disfunciones incompatibles con la mejora del clima escolar» y que su prohibición permitirá garantizar un entorno que favorezca la concentración.
Incluso en el recreo, apunta, «puede ser nefasto al reducir la actividad física y limitar las interacciones sociales». Nada que objetar.
El siguiente paso que deberían dar los diputados franceses sería aplicarse el cuento y prohibir el uso del móvil mientras la Asamblea Nacional está reunida porque eso favorecería la concentración de sus señorías, muchas de las cuales suelen estar en las nubes. Al menos eso es lo que pasa en España, si es que los congresistas han tenido a bien pasarse por su escaño, porque lo habitual es que estén vacíos.
Hay que dar ejemplo, señorías, en Francia y en España.
Y monsieur Macron, ahora a por la mili, otra apuesta que llevamos haciendo desde hace años en este blog y que también ha recogido usted. Vamos a tener que cobrarle derechos de autor.