Buenas, soy Emilio Calatayud. A los hijos hay que quererlos y respetarlos siempre. Y si hay discrepancias, negociar con ellos para llegar a acuerdos aceptables para toda la familia. Pero aún así, siempre habrá un momento en el que tendréis que decir: «Soy tu padre (o tu madre) y no somos iguales». No falla: ese día siempre llega. Y si los hijos os dicen que sí sois iguales, que es lo que dicen la Constitución y los Derechos Humanos, vosotros tendréis que responder: «Vale, pero yo soy más igual que tú. Ya llegará el día que seas padre (o madre) y entonces serás más igual que tu hijo. Pero que sepas que te quiero mucho».
No es autoritarismo, es amor de padre y de madre.