Buenas, soy Emilio Calatayud. El 25 de agosto es un día en el que, inevitablmente, a mis hijos, Alba y Emilio, y a mí se nos remueve al alma. Hoy hace siete años que murió Azucena, mi mujer y la madre de nuestros dos hijos. Después de una valiente lucha contra el cáncer, falleció sin sufrir en nuestra casa del Albaicín. No te olvidamos Azucena. Nadie que te conociera puede olvidarte. Sabemos que estás ahí y que cuidas de nosotros. Sabemos que fuiste feliz el día que se caso Alba y sabemos que serás feliz cuando seas abuela, que ya falta poco.

Desde aquí, nuestro cariño y admiración por todos los enfermos y por las personas que cuidan de ellos porque les quieren, la razón más poderosa.