Buenas, soy Emilio Calatayud. Cada vez me cuesta más hacer comentarios sobre eso que llaman actualidad política porque no es lo mío, pero es que en ocasiones no queda más remedio. En estos días de tormentas y terremotos, políticos y físicos (al menos en Granada), el Gobierno ha afirmado que las bombas que van a vender a Arabia Saudí (aunque primero dijo que no se las iba a vender) son tan perfectas que solo matan a los malos. Es decir, que los buenos pueden estar tranquilos. No es un plagio de un chiste del gran Gila, el humorista del teléfono que en paz descanse, pero lo parece.
Tampoco pasaría nada si le damos un poco más de nivel al debate político, digo yo. A veces, es mejor quedarse callado. Y lo digo por experiencia.