Buenas. soy Emilio Calatayud. No quiero que me acusen de desincentivar la natalidad -defiendo lo contrario, tenéis que tener todos los niños que podáis para que los jueces de Menores sigamos teniendo trabajo y nos paguen las pensiones a todos-, pero hoy en día es mucho más difícil ser padre que ser juez (poned el oficio que queráis). Ojalá hubiese una oposición que nos habilitara para ser padres, pero no la hay.
Antes, cuando yo era chico, se hacía lo que decían tus padres sin rechistar, pero los hijos de ahora rechistan por todo. Se las saben todas. Ni era aquello ni es esto de ahora. Pero, bueno, quizá algún día encontremos el término medio.
Así las cosas, yo lo único que puedo hacer para ayudaros es recordaros una vez más los consejos para conseguir que vuestros hijos sean unos delincuentes como Dios manda.
Aquí van (no será la última vez que aparezcan en el blog, ¡es que nos gustan tanto!):
1-Desde su más tierna infancia, dé a su hijo todo lo que le pida. Así crecerá convencido de que el mundo le pertenece.
2-No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3-Cuando diga palabrotas, celébrelo con unas sonoras risotadas. Esto le animará a hacer cosas todavía más graciosas.
4-Nunca le regañe ni le diga que ha obrado mal. No le reprima. Podría crearle un complejo de culpabilidad.
5-Recoja todo lo que deje tirado por ahí. Así se acostumbrará a cargar las responsabilidades sobre los demás.
6-Déjele ver y leer todo lo que caiga en sus manos. Esfuércese para que los platos, cubiertos y vasos que utiliza su hijo estén esterilizados, per no se preocupe porque su mente se llene de basura.
7-Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño. De esta forma, conseguirá que no le afecte demasiado una ruptura familiar, quizá provocada por su propia conducta.
8-Sea generoso. Que su chico tenga siempre todo el dinero que pida. No vaya a sospechar que para conseguirlo es necesario trabajar.
9-Satisfaga todos sus deseos, apetitos y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle graves frustraciones.
10-Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga el chaval con sus profesores y con sus vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que quieren fastidiarle.