Buenas, soy Emilio Calatayud. Un día muy feliz. Ya soy abuelo. Empieza una nueva etapa vital. Deseo a los padres tanta felicidad, como mínimo, como la que me han dado a mí. Toda la familia está de celebración. Seguro que mi mujer, Azucena, velará desde el cielo por su nieta.
Mi primer regalo para mi primera nieta ha sido el artículo 155 del Código Civil (para que no digan que en casa del herrero, cuchillo de palo) cuyo enunciado recuerdo: “Los hijos deben obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles siempre. Los hijos deben contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella”. Por supuesto, hago extensivo el regalo del 155 a todos los pequeñines que han nacido este 30 de octubre en España.
Y a los padres les he regalado el manual para criar a una delincuente, que, con todo mi cariño, dice así (también se lo regalo a todos los que han sido padres hoy):
1-Desde su más tierna infancia, dé a su hijo todo lo que le pida. Así crecerá convencido de que el mundo le pertenece.
2-No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3-Cuando diga palabrotas, celébrelo con unas sonoras risotadas. Esto le animará a hacer cosas todavía más graciosas.
4-Nunca le regañe ni le diga que ha obrado mal. No le reprima. Podría crearle un complejo de culpabilidad.
5-Recoja todo lo que deje tirado por ahí. Así se acostumbrará a cargar las responsabilidades sobre los demás.
6-Déjele ver y leer todo lo que caiga en sus manos. Esfuércese para que los platos, cubiertos y vasos que utiliza su hijo estén esterilizados, per no se preocupe porque su mente se llene de basura.
7-Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño. De esta forma, conseguirá que no le afecte demasiado una ruptura familiar, quizá provocada por su propia conducta.
8-Sea generoso. Que su chico tenga siempre todo el dinero que pida. No vaya a sospechar que para conseguirlo es necesario trabajar.
9-Satisfaga todos sus deseos, apetitos y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle graves frustraciones.
10-Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga el chaval con sus profesores y con sus vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que quieren fastidiarle.