Buenas, soy Emilio Calatayud. Decíamos ayer que el hecho de que un niño de ESO no sepa hablar es malo, pero que aún peor es que no sepa callar. Y añadimos hoy, porque es de justicia hacerlo, que el hecho de que un diputado o parlamentario no sepa hablar es malo, pero peor todavía es que no sepa callarse. A las pruebas recientes nos remitimos. Si los padres y las madres de la patria no dan ejemplo, ¡cómo vamos a pedírselo a los hijos y nietos de la patria!
Buen fin de semana. Y no gastéis mucho en el black Day o como se llame. No saber comprar es malo, pero peor aún es no saber dejar de comprar.