Buenas, soy Emilio Calatayud. Volvemos sobre un tema del que hemos hablado en numerosas ocasiones (y lo que te rondaré morena o moreno, que aquí no somos machistas): la modificación del artículo 154 del Código Civil que suprimió el derecho de los padres de «corregir razonable y moderadamente a los hijos”. Esa frase la suprimió el Gobierno de Zapatero y el de Mariano no la recuperó, así que los padres no saben cómo imponer su autoridad sin correr el riesgo de acabar en un calabozo. Y no estoy hablando de castigos físicos, sino de reñir o castigar a un hijo que ha tenido un mal comportamiento.
Lo curioso, y contradictorio, es que los partidos políticos se rigen por el ordeno y mando. Se hace lo que dice el jefe y los demás lo acatan (hay excepciones, pero son eso: excepciones). Y el que se mueve, no sale en la foto. Los dirigentes políticos imponen su autoridad a sus afiliados, pero los padres no pueden hacerlo con sus hijos. Ya digo, curioso.