Buenas, soy Emilio Calatayud. El espíritu navideño es maravilloso, es una mezcla de tristeza, alegría, nostalgia… Hay una canción que lo resume perfectamente: «Vuelve a casa, vuelve, por Navidad…» Pero no os dejéis embaucar abuelos: que los hijos vuelvan por Navidad, perfecto, pero que se vayan cuando acabe. Y lo más importante, que se lleven a los niños, que nosotros somos sus abuelos, cierto, pero ellos son sus padres. Nosotros ya criamos a nuestros hijos y nos hemos ganado una relativa calma, porque la total es imposible.
Los abuelos no somos padres de repuesto. ¡Viva la Navidad!