Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya lo comentamos el otro día: hoy, los niños normales, los que quieren jugar con una pelota o a policías y ladrones, son bichos raros. ¡Qué pena!. Aquí va el testimonio de una de esas familias que forman parten de la ‘resistencia’: «Mi hijo, que tiene 8 años y está en tercero de primaria, vino ayer a casa diciéndome que no tiene amigos; que sus amigos solo hablan de Fornite y juegos de ordenador ( en nuestra casa no hay nada de juegos electrónicos , etc ) Somos muy firmes respecto al uso del ordenador y juegos pero a la vez siento que es el ‘raro’ de la clase».
Lo único que puedo recomendarles es que aguanten el tirón todo lo que puedan. Es difícil, muy difícil, lo sé, y los chiquillos lo pasan mal. Se sienten solos y diferentes. Es duro, pero lo único que se puede hacer es aguantar y tener paciencia. No hay soluciones mágicas. Si se rinden, que sea lo más tarde posible.