Buenas, soy Emilio Calatayud. El único oficio por el que dejaría de ser juez de Menores sería el de Rey Mago. En 1995, tuve la oportunidad de encarnar a uno de los tres magos en la Cabalgata de Granada y fue una experiencia que nunca olvidaré. Lástima que solo fueran unas pocas horas. No hay una profesión más importante que la de Rey Mago. Ni tampoco mejor. Por cierto, los Reyes Magos nunca traen nada malo a nadie. Y ahí lo dejo.
Yo les he pedido a sus majestades que traigan salud, moderación y sentido común para todos, que falta nos hace.