Buenas, soy Emilio Calatayud y soy fumador desde que era un chaval. No estoy orgulloso de ello. Cuando Zapatero comenzó a ‘cercar’ a los fumadores me sentí molesto, pero, con el paso del tiempo, he visto las ventajas y estoy de acuerdo con la ley antitabaco. Fue una buena iniciativa prohibir fumar en los establecimientos cerrados y prohibir la publicidad del tabaco. La pregunta es: ¿por qué no se hace lo mismo con el juego? Con el auge de las casas de apuestas tanto virtuales como reales, que cuentan además con el apoyo de equipos y estrellas del fútbol o de la televisión, se está disparando la ludopatía entre los menores (también entre los mayores, pero yo me preocupo de lo mío). El juego está arruinando a familias. No me lo invento ni exagero ni estoy hablando de casos aislados.
No vale todo. ¡Qué es eso de juegue con moderación! Pues que vuelvan los anuncios de tabaco y digan: ‘Fumen con moderación’ No lo permitiríamos, ¿verdad? El juego es una droga tan adictiva, o más, que el tabaco. Es una barbaridad que haya futbolistas, clubes de fútbol y estrellas de la tele y el cine que se presten a promocionar el juego. ¿No tienen ya suficiente dinero?