Buenas, soy Emilio Calatayud. Lo primero es lo primero: queremos daros las gracias por haber compartido tanto y tanto el comentario sobre Caperucita y El Quijote. Estamos abrumados. A propósito de este asunto, hay quien me ha preguntado si cambiar el sexo de los protagonistas de los cuentos es luchar contra el sexismo. Pienso que no. Cambiar a Pulgarcito por Pulgarcita, además de una chorrada, sería ir contra los derechos del autor. Y no me refiero al dinero, sino al derecho que tiene toda persona a que se respete su obra, guste mas, guste menos o no guste ‘ná’. No podemos interpretar lo que se hizo hace un siglo con las pautas de ahora. Si alguien coge una partitura de Vivaldi y la cambia pues ya no es Vivaldi. Es otra cosa.