Buenas, soy Emilio Calatayud. Felicidades a todas las mamás y a todas las abuelas. Quiero acordarme especialmente de todas las madres que os habéis visto obligadas a denunciar a vuestros hijos porque os hacían la vida imposible. Sé que duele. Y mucho. Y más aún si los niños están encerrados. Aprovechad para descansar, que ya habéis sufrido bastante. Ellos ahora no están. No tenéis que estar ‘encogidas’ y con el corazón en un puño. Descansad. Esto tiene arreglo.