Buenas, soy Emilio Calatayud. Las maestras de guardería -uso el femenino porque la gran mayoría son mujeres- ganan una media de 900 euros al mes por cuidar a nuestros bebés, un trabajo que supone una enorme responsabilidad. Atienden a catorce o quince pequeñines, cada uno de su padre y de su madre, y todos con sus mocos verdes, por, repito, unos 900 euros, cuando lo normal sería que tuvieran cinco o seis alumnos. Les confiamos lo que más queremos y les pagamos 900 euros.  ¿Alguien lo entiende? Yo no. Por eso han hecho huelga. Pero es que la huelga la tendríamos que hacer los padres para que este tema se arregle.

Un futbolista de Primera gana, de media, cuatro millones de euros al año. Y nos creemos que somos una sociedad civilizada.

Aquí falla algo.