Buenas, soy Emilio Calatayud. Antonio Maíllo, dirigente de Izquierda Unida en Andalucía, ha dejado el parlamento de Andalucía y la política para volver a dar clases de Latín, que es su profesión y su devoción. Maíllo, como yo mismo, superó un cáncer y dice que la tensión que exige la vida política es incompatible con una vida saludable. «Tuve un cáncer y estoy contentísimo de estar aquí, pero no me la quiero jugar. Vale la pena luchar contra el sistema, pero no vale la pena luchar contra la biología».
Me parece un discurso honesto y sabio: hay que cuidarse. De enfermo de cáncer a enfermo de cáncer, Antonio Maíllo, políticos hay muchos, lo que le hace falta a esta sociedad son más profes de Latín.
Suerte.