Buenas, soy Emilio Calatayud. No sé si es culpa de no haber tenido una ley de Educación duradera, pero los políticos de hoy en día se comportan como adolescentes. Es verdad que son jóvenes, pero ya hace tiempo que dejaron atrás los quince. Sin embargo, siguen teniendo la misma conducta que los quinceañeros: quieren que todo lo que hacen sea secreto. Abundan las reuniones secretas, los pactos secretos, los documentos secretos… Se les está yendo la pinza. ¿Qué fue de la luz y los taquígrafos? Vamos a ver, que ya no somos niños: la democracia no puede ser secreta.
Ahora que creíamos que teníamos una democracia adulta, resulta que está sufriendo una regresión a la adolescencia. Al final vamos a tener que juzgar a los políticos los jueces de Menores.