Buenas, soy Emilio Calatayud. Estamos en julio, un mes en el que, hace ya cincuenta años, ocurrió un acontecimiento histórico, la llegada del hombre a la Luna, y otro hecho no histórico, pero casi: mi amigo ‘El Chule’ y yo llegamos a Campillos por haber sacado ocho suspensos. Nuestros padres nos encerraron en aquel reformatorio para pijos para ver si allí podían sacar algo de nosotros. Fue un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la Humanidad, me refiero a lo de la Luna, claro. Lo de ‘El Chule’ y un servidor no daba para frases épicas. Éramos unos zoquetes.
Pero bueno, lo que son las cosas, el hombre no ha vuelto a la Luna y nosotros no volvimos a Campillos. Y hasta logramos ganarnos la vida honradamente.