Buenas, soy Emilio Calatayud. Si todavía hay alguien que cree que los juegos de Internet, y el propio Internet, no pueden generar una adicción como la que crean las drogas clásicas, aquí os dejó el testimonio de una familia que está sufriendo esa pesadilla: «Juega una media 16 horas diarias, no come en condiciones, duerme apenas cuatro horas y, con tal de no parar la partida, puede llegar a tirarse sin ducharse semanas enteras. Es imposible sacarlo del cuarto, generando con ello tal cantidad de basura y suciedad que hemos llegado a estar infestados de piojos».
¿Qué puedo añadir? Que ojalá está persona encuentre la ayuda profesional que evidentemente necesita, la acepte, reconozca que tiene un problema grave y salga adelante.