Buenas, soy Emilio Calatayud. Para muchos abuelos, las vacaciones terminan ahora que empiezan para la mayoría de los españoles. Por las obligaciones laborales o el descanso de los hijos, asumen el cuidado de los nietos. Pero el nieto no llega solo, sino con un abultado libro de instrucciones. «Mamá, ahí te dejo a tu nieto: que no tome grasas ‘trans’, ponle esta crema aunque llueva, nada de chuches…» Y la abuela se queda pensando en qué serán las grasas ‘trans’ y la madre que las parió.
Vamos a ver, no abusemos de los abuelos -y no lo digo porque yo ya lo sea-: si les endosamos una responsabilidad como es la de cuidar de los nietos, que ya tiene lo suyo, debemos darles todas las facilidades y confiar en ellos. Los abuelos no son los padres. Los abuelos ya ejercieron de padres, así que si les obligamos a volver a hacerlo, no se lo pongamos encima difícil con exigencias y normas. Y, por supuesto, no olvidéis darles las gracias.