Buenas, soy Emilio Calatayud. Supongo que todos los que tenéis hijos adolescentes ya os habréis fijado en que nuestros niños se saludan abrazándose. Ellos y ellos, ellas y ellas y ellos y ellas. Y es bonito. El abrazo es más cálido que estrecharse la mano o los dos besos de rigor, me parece a mí. No siempre voy a ser ese cascarrabias que critica a los chavales. Es más, en general, tenemos una juventud muy buena. Se abrazan. Son buena gente. Empecemos la semana con optimismo. Un abrazo.