Buenas, soy Emilio Calatayud. Como soy humano, me equivoco. Pero me gustaría equivocarme mucho más. Por desgracia acierto más de lo que quisiera. Y no es porque sea muy listo. Es porque soy juez de Menores y, cuando a nosotros nos llega un caso de lo que sea, lo más probable es que sea solo la punta del iceberg. Así, vimos llegar los peligros de Internet y los móviles, el acceso de los menores a la pornografía, la muerte de la intimidad entre los menores, el exhibicionismo de los menores en las redes… Y cuando nos empezaron a llegar chavales que estaban enganchados a las apuestas deportivas, alguno incluso había perpetrado atracos para conseguir dinero y jugar, lo contamos porque eso significaba que el fenómeno estaba extendiéndose a toda velocidad. Nos gustaría haber estado equivocado, pero no… El pasado jueves, las fuerzas de seguridad hicieron una redada en toda España para localizar a menores en las casas de apuestas y sancionar a los establecimientos. Una redada nacional, repito. La iniciativa es buena y hay que perseverar. Esto es poner límites y no autoritarismo, no nos confundamos.