Buenas, soy Emilio Calatayud. La conversación que sirve de título a este comentario está basada en hechos reales, vamos, que es verdad. Las protagonistas son una amiga mía y su hija adolescente, que también es amiga mía, pero menos (es que hay cosas que digo que a su madre le encantan, pero a ella no). «Mamá -dijo la niña- me voy a la ‘mani’ feminista». Y su madre le puso una condición: «Irás si recoges tu cuarto, si no lo haces, no vas». Y la niña recogió la habitación.
Yo creo que esa conversación resume a la perfección qué es la coherencia, el sentido común y que las grandes luchas están hechas de pequeños gestos, pero que no por ello no son importantes.