Buenas, soy Emilio Calatayud. Sigo con lo del colegio Emilio Calatayud porque me hace mucha ilusión. Lo he contado en infinidad de ocasiones: de niño fui tímido para los estudios y llegué a sacar ocho suspensos. Ahora, de mayor, le han puesto mi nombre a un colegio público de Numancia de la Sagra, en Toledo. Por cosas como esta creo que los menores merecen una segunda oportunidad. Incluso hay casos que necesitan una tercera y hasta una cuarta. Si a mí me la dieron, ¡cómo no se la voy a dar yo a los niños a los que juzgo!
La vida da muchas vueltas y la mayoría de los finales son felices.