Buenas, soy Emilio Calatayud. Vivimos días agitados y los tribunales están en el ojo del huracán. Si me pidieran que analizase la situación, lo haría desde un punto de vista exclusivamente jurídico-penal. Así que aplicaría las dos ‘leyes’ que siempre recuerdo a mis ‘choricillos’. Primera: la ley de la botella, el que la tira va a por ella. Y segunda: a lo hecho, pecho. Hablo totalmente en serio. Esas dos frases, aparentemente triviales, encierran conceptos tan interesantes como la asunción de la responsabilidad y la aceptación de las consecuencias. Los niños lo entienden perfectamente y tengo que decir que en un 80% de los casos, quizá más, reconocen que han actuado mal y asumen que deben ser castigados por ello. Ni siquiera tenemos que celebrar los juicios. No niegan los hechos, ni buscan excusas,ni dicen que son las leyes las que están equivocadas. Muchos adultos deberían aprender de los niños.