Buenas, soy Emilio Calatayud. A mis 63 años, casi ya 64, todavía me siguen diciendo ‘no’ y lo agradezco. Otra cosa es que haga todo el caso que debería hacer. Te pasas años diciendo a tus hijos ‘no’ para que aprendan a vivir con límites y, cuando dejas de decirles ‘no’ porque ya son personas adultas, empiezan a decírtelo ellos a ti: «No comas eso, que te va a sentar mal…» «No vayas en moto, que hace mucho frío» «No bebas más de una cerveza» «No fumes tanto». Es ley de vida (igual también hay un poco de venganza, ja, ja, ja). El ‘no’ nos acompaña siempre. Y no pasa ‘ná’.