Buenas, soy Emilio Calatayud. En los últimos días he tenido la oportunidad y el honor de poder dirigirme a los voluntarios de dos instituciones ejemplares de la Iglesia Católica: La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y Proyecto Hombre. En el primer caso, me he encontrado con jubilados que dedican su tiempo a acompañar a enfermos, personas sin hogar e inmigrantes que no tienen a nadie. Incluso hay voluntarios de San Juan de Dios que tienen alguna discapacidad y eso no les impide echar una mano a los demás. En cuanto a Proyecto Hombre, de sobra es conocida su labor para luchar contra las adicciones trabajando codo con codo con las familias.
Reconozco que me emociona hablar de estas personas. Mi respeto para todas ellas. Gracias por lo que he aprendido de vosotros. Gracias por ser buenas personas, que es lo principal.