Buenas, soy Emilio Calatayud. Hay un debate que es permanente (aparece y desaparece cada cierto tiempo) sobre si sería bueno retrasar la entrada de los chavales a los institutos, que ahora mismo está fijada en las ocho de la mañana aquí en Andalucía. Yo defiendo esa idea: hay que retrasar la entrada hasta las diez de la mañana o, como mínimo, a las nueve. Seamos sinceros: ¿Quién entiende a Aristóteles a las ocho de la mañana?
Ha habido experimentos de este tipo en algunos países y los chavales han tenido un mejor rendimiento cuando entraban más tarde a clase.
Un dato, nosotros empezamos a juzgar a los chavales a partir de las diez de la mañana para que se enteren bien de lo que se les acusa. O por lo menos, que no se duerman, ja, ja, ja.