Buenas, soy Emilio Calatayud. Están los agricultores españoles muy enfadados y con razón. Yo, que me defino como pijo rural, soy muy de campo. Por nuestro juzgado pasan de cuando en cuando jóvenes ya rehabilitados que han encontrado una salida profesional como peones en la agricultura. La mayoría son extranjeros: marroquíes, rumanos… Parece que nuestros niños son tímidos para trabajar en el campo, pero los de fuera no: el otro día uno de mis chicos me comentó que en su cuadrilla eran 20 y solo había cuatro nacionales. Él era marroquí y le iba fenomenal. Le gustaba y ganaba unos 900 euros al mes. Me sentí orgullos de él, la verdad. El campo es duro. Y nuestros niños un poquito ‘lights’. Que no me vengan con eso de que vienen a quitarnos el trabajo porque no cuela. Vienen a llenar la España vaciada.