Hola, soy Carlos Morán. La pandemia ha obligado a poner en marcha el ‘cole a distancia’ con sus correspondientes exámenes también a distancia. Y, claro, el sistema no estaba afinado del todo, por decirlo finamente. Es lo que pasa cuando el futuro se adelanta, que es difícil adaptarse. De eso va la reflexión de hoy de don Emilio. «Vamos, que con lo de los exámenes telemáticos, los chavales se están hinchando a copiar. No está bien, pero tampoco es una tragedia. En la naturaleza del estudiante (bueno, de la mayoría de los estudiantes, no hay que generalizar) está siempre la tentación de copiar. Es algo genético. A mí me pasaba. No es la primera vez que lo confieso. Yo copié cuando era chico y alguna vez siendo ya más mayorcito. De chaval, llegué a copiar hasta en un examen oral. Escribí las respuestas en la pizarra y luego las medio borré. Y como el maestro estaba de espaldas al encerado, pues yo podía ir medio leyendo las respuestas a medida que él preguntaba. Copié y no me ha ‘pasao’ ‘na’. No lo recomiendo, pero lo entiendo. Y ahora con esto de los tele-exámenes lo tienen ‘chupao’. Incluso me consta que hay padres que hacen de apuntadores, ja, ja, ja. ¡Quién fuera niño hoy!»