Hola, soy Carlos Morán. Seguimos cubriendo etapas y, aunque el cansancio por el confinamiento hace mella, hay que seguir adelante, que ya se empieza a ver la luz. Estamos más o menos en la mitad del camino, así que don Emilio quiere repartir de nuevo ánimos y agradecimientos para que no notéis tanto el peso de la mochila de los días. Y empieza por un elogio a la labor de un gremio que le toca muy de cerca: los profesionales de los centros de internamiento de menores infractores que están compartiendo el aislamiento con los niños. «Gracias por hacerle más llevadera la pena a los chavales. Gracias por apoyarles en esos momentos que echan en falta las visitas de sus familias o las salidas del centro… Gracias porque creo que es una lección que nunca olvidarán y contribuirá a que cambien el rumbo de sus vidas para mejor. Y gracias a los camioneros, a los sanitarios, repartidores, al personal de limpieza, a las cajeras… Gracias a esa España que se moja todos los días por los demás».