Buenas, soy Emilio Calatayud. Nada más lejos de mi intención que provocar un incidente diplomático, pero el caso del príncipe belga que vino a España, presuntamente, para participar en una fiesta y que luego se supo que estaba infectado de coronavirus me suscita algunas dudas. Los hechos, según la denuncia, serían los siguientes: «El aristócrata procedente de Bélgica llegó a Madrid en avión el pasado 24 de mayo y viajó el mismo día en AVE hasta Córdoba. Dos días después, el 26 de mayo, celebró una reunión en una casa con amigos y familiares a la que acudieron 27 personas».
Y las dudas son: ¿Cómo llegó el príncipe en avión a España si los aeropuertos están cerrados? ¿Quién lo permitió y por qué? ¿Una reunión o fiesta familiar es un servicio esencial? ¿Cómo pudo viajar entre provincias si tampoco está permitido? ¿Cómo pudo volver a su país?
Es verdad que el príncipe ya ha pedido perdón, y eso está bien, pero para que se le pueda dar el perdón tiene que hacer propósito de enmienda y, sobre todo, cumplir la penitencia. Y eso vale para él y para todos los que lo permitieron. A ver…