Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya están aquí los exámenes escolares. Todo llega, pero también todo pasa. Lo principal es que pase lo mejor posible. Cuando empezó el estado de alarma, en este mismo blog dijimos lo siguiente: «Seños y profes, toda mi admiración y mi respeto por la gran labor que realizáis. Sois y seréis imprescindibles cuando esto pase, pero ahora, por favor, ¡ojo con el exceso de deberes! Los niños ya tienen bastante con el deber de luchar contra el coronavirus y lo están haciendo muy bien».
Pues bien, ahora pedimos el mismo trato para los maestros, las seños y los profes. Como digo, están con los exámenes y reciben presiones de los alumnos, de los padres de los alumnos, de los directores de los centros, de los inspectores de Educación, de la Delegación de Educación, de la Consejería de Educación, del Ministerio y hasta del mando único y puede que incluso del comité de expertos. Que si quiero más nota, que si mi hijo ha estudiado mucho, que si hay que sacar una media de no se qué, que si mi niño es el único que no ha copiado, que si quiero una estadística de tal y cual, que si…
Un poquito de por favor. No atosiguemos a los maestros y que Dios os ampare.