Hola, soy Carlos Morán. Don Emilio ha apoyado hoy a los vendedores de la ONCE en el primer día que volvían a sus quioscos tras el parón obligado por la pandemia y el confinamiento. Habrá quien vea una contradicción en este gesto del juez, que es contrario al juego por el daño que causa a los menores. Pero no, don Emilio no ha cambiado de opinión. La ONCE «es el único juego que admito por su gran labor social, ellos llegan a donde no llega el estado», ha dicho. Así que los cupones, junto al Sorteo de Navidad «por tradición», son las dos únicas excepciones a la regla que se permite el juez. «Y, por supuesto, siempre que sean mayores de 18 años».
Por cierto, y por si hay algún malpensado, don Emilio no ha recibido nada por este apoyo. Se lo pidió la dirección de la ONCE y aceptó hacerlo desinteresadamente. Es más, él ha invitado a una caña a los responsables de la entidad.