Buenas, soy Emilio Calatayud. No es la primera vez que defiendo la figura, tan criticada siempre. del aguafiestas. Pero es que ahora son más necesarios que nunca. De hecho, las autoridades ya han creado una nueva categoría laboral que se acerca a la figura del aguafiestas: me refiero a los vigilantes de las playas que supervisan que los bañistas no se vengan arriba y no se apiñen. Y cada vez van a hacer falta más aguafiestas en todas partes, porque la pandemia todavía va a durar. Es una profesión con futuro. Los aguafiestas salvan vidas: antes del bicho y ahora.
A mí siempre me dicen que soy un aguafiestas. Y no me molesta. De mayor, quiero ser aguafiestas pata negra.
Lo que sí sobran en España son algunas fiestas. En las islas ya han tomado nota y están cerrando los bares de los desmadres de todos los veranos para evitar contagios.
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