Buenas, soy Emilio Calatayud. Nunca una vuelta al cole dio tanto que hablar y que escribir. Y eso no es malo. Al contrario. Que estemos preocupados por la educación de nuestros niños es muy noble y habla bien de una sociedad. Lo valoro porque me he pasado la vida condenando a niños a aprender a leer y escribir.
Y ahora al grano: Si las autoridades educativas de aquí y de allá no se mojan sobre la vuelta al ‘cole’ no pueden exigir a los padres o los maestros que se mojen. Estamos ante una colisión de dos derechos fundamentales: el derecho a la protección de la salud y el derecho a la educación. Y las autoridades no pueden garantizar, porque es imposible, al cien por cien que no vaya a haber contagios en los colegios. Y el miedo es libre. No contemplo la posibilidad de que a unos padres se les acuse de favorecer el absentismo de sus hijos por no llevarlos a clase por el miedo la pandemia, que es un temor que se está extendiendo, según los mensajes que recibimos en el blog y el Facebook. En cualquier caso, una decisión de ese tipo, que no creo que nadie adopte, sería recurrible ante los tribunales.