Hola, soy Carlos Morán, el compañero de blog de don Emilio. A pesar del coronavirus , la vida sigue. También la mala, caso de la pandemia del maltrato de hijos a padres. Aquí os dejo un caso que vio recientemente el juez.
El chaval tenía amedrentados a sus padres con sus arranques de ira y su actitud chulesca. El hijo se había convertido en la ‘autoridad única’ de la casa, en un pequeño dictador. Un día su progenitor le plantó cara y el adolescente lo cogió por el cuello y le causó lesiones leves. Este tipo de altercados eran cada vez más frecuentes: insultos, amenazas, golpes, muebles destrozados a patadas… Y todo era peor cuando el chico consumía drogas o no tenía dinero para adquirirlas.
La fatiga emocional de los padres les empujó a plantearse la posibilidad de poner los hechos en conocimiento de las fuerzas de seguridad o de la justicia de menores. Algo debió olerse el joven y el ambiente pasó de irrespirable a asfixiante: «Mamá, si me denuncias, te mato», avisó el agresor.
Sin embargo, la inquietante advertencia ya no fue un freno y el caso acabó en la Fiscalía de Menores de Granada, que acusó y procesó al adolescente por violencia familiar.
No fue necesario celebrar la vista oral del juicio. La defensa del agresor y el ministerio público llegaron a un acuerdo por el cual el joven se beneficiaba de una rebaja en el castigo a cambio de reconocer su culpabilidad. La condena: catorce meses de libertad vigilada, un tiempo durante el que tendrá que someterse a terapia para superar su adicción a las sustancias estupefacientes.