Buenas, soy Emilio Calatayud. A lo largo de todos estos años como juez de Menores he aprendido que los niños son moldeables para lo malo, pero también para lo bueno. Y eso te hace vivir y trabajar con esperanza. Si no hubiera nada que hacer no me dedicaría a esto. Cuando vemos que hay resultados, sentimos una satisfacción que no es fácil de describir. Y la mayoría de las veces hay resultados.
Yo creo que esa es la forma de afrontar un trabajo, sea el que sea.