Buenas, soy Emilio Calatayud. Avanzamos hacia atrás. Y no escarmentamos. La nueva Ley de Educación que se está debatiendo en las Cortes tiene toda la pinta de que nacerá fracasada. Es decir, que cuando cambie el Gobierno, que alguna vez cambiará, se empezará a tejer otra ley de Educación…. Y así hasta el día del juicio final. Una ley de Educación que nace sin el acuerdo del 90 por ciento del Congreso, como mínimo, está condenada a morir joven.

Además, no creo que el momento elegido para debatirla, en medio de una pandemia terrible, sea precisamente oportuno. Una ley que afecta a toda la población y a nuestro futuro necesita sosiego y transparencia.

Pero nada, que me jubilaré condenando a niños a aprender a leer y escribir. Una pena y una vergüenza.