Buenas, soy Emilio Calatayud. ¡Que me quedo sin trabajo…! El otro día estaba juzgando a un chaval que estaba acompañado por su madre en la sala. Cuando le puse la condena, le dije a la mamá: «Señora, y quítele la paga y no le ponga zapato la noche de Reyes». Y ella me respondió: «Ya lo he hecho, don Emilio». Y el chaval asintió como haciendo un puchero.
Los niños me vienen condenados de casa, ¡que me quedo sin trabajo!