Buenas, soy Emilio Calatayud. Lo digo como lo siento: quiero una Merkel para España (y, por tanto, para Andalucía, Granada, etc). La canciller alemana ha afrontado con este discurso el agravamiento de la pandemia en sus país: «Si estas terminan siendo las últimas Navidades con nuestros abuelos, entonces habremos hecho algo muy mal. Es muy duro y lo siento mucho (imponer restricciones) pero si el precio a pagar son 590 muertos al día, es totalmente inaceptable»
Aquí ya hemos pagado ese precio en la segunda ola (de la primera ni hablamos). Si nos relajamos o nos relajan, iremos a la tercera. No podemos seguir perdiendo abuelos.