Buenas, soy Emilio Calatayud. Las farmacéuticas andan racaneando las vacunas. Antes, cuando yo era joven bastaba con un apretón de manos para firmar un trato y que se cumpliera. Ahora se firman un montón de papeles, se adelanta el dinero y los tratos no se cumplen. Así nos va. Espero que la solución no sea exprimir más a los maestros. Como ya deben ser inmunes porque en el cole, según dicen las autoridades, nadie se contagia igual les piden ahora que donen su sangre y su plasma para curarnos, Estoy seguro de que lo harían, pero antes que obliguen a las farmacéuticas a cumplir su palabra.