Buenas, soy Emilio Calatayud. A todos los padres, a mí también me pasó, nos hace ilusión cuando nuestros hijos nos dicen que de mayores quieren ser ingenieros aeroespaciales, cirujanos o científicos para buscar el remedio contra el cáncer, por ejemplo. Enseguida los imaginamos recogiendo en premio Princesa de Asturias o un Nobel. Es bonito. Pero después de tantos años juzgando, condenando y absolviendo a niños, he llegado a la conclusión de que lo mejor que les puede pasar a unos padres es que su hijo les diga: ‘De mayor quiero ser buena persona’. Eso es que algo habéis hecho muy bien. Y si luego gana un Princesa de Asturias, pues mejor, pero lo principal es lo otro.