Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace unos minutos acaba de haber otro terremoto fuerte en Granada. De los pequeños hay cada cinco minutos. Ya hemos perdido la cuenta. Quiero mandar un beso a los abuelos de Granada, Santa Fe, Chauchina y Atarfe, que tienen que estar solos por la pandemia y solos están soportando los terremotos. Cuando esto acabe, la pandemia y los terremotos, el Estado, o sea todos nosotros, deberíamos pagarles viajes (al estilo Imserso) y de paso levantamos la economía.