Buenas, soy Emilio Calatayud. Me pregunta un amigo: «Aparte del peligro que supone, ¿cómo es posible, con la crisis que tenemos encima, que haya personas que se gasten cien euros para entrar en una fiesta de contagiadores? ¿No tienen nada mejor en que emplear el dinero?» Pues porque son gilipollas, le contesto.
Además, pagan treinta euros por cada consumición y seguro que les dan garrafón.