Buenas, soy Emilio Calatayud. Baja la curva de los contagios y, automáticamente, se vienen arriba los que piden menos restricciones, que curiosamente, suelen ser los mismos que pedían más restricciones cuando las cosas pintaban mal. No es un trabalenguas, pero lo parece. Pues así es todo: no hay manera de aclararse. Ya vamos por la tercera ola y, con esta conducta de nuestros responsables, llegará la cuarta más pronto que tarde.
Yo, como católico, apostólico y romano (pero poco practicante), lo único que se me ocurre es rezar: Señor, te ruego que nos salves de los que quieren salvar la Semana Santa. Más que nada porque la Semana Santa ya está salvada porque para eso estamos los católicos. Las procesiones irán por dentro. Y ya está.
Para los negocios turísticos y hosteleros, que son muy importantes, ayudas económicas. Pero la Semana Santa, como la entendemos y sentimos los católicos, ya está salvada.