Buenas, soy Emilio Calatayud. Como la mayoría de vosotros ya sabéis, la justicia de Menores actúa (con algunos matices) con los niños y adolescentes de entre 14 y 17 años. Antes de los 14 son inimputables (lo cual no quiere decir que no se trabaje con ellos) y después de los 17, pasan a la justicia de adultos. Pues bien, los padres de los menores infractores, por lo general, tienen un temor que les obsesiona: «¿Qué sera de nuestro hijo cuando cumpla los 18 si sigue así?» Cuando se oye esa pregunta, suele hacerse un vacío de unos segundos. No tiene una respuesta fácil. No se puede hundir a los padres ni tampoco crearles falsas ilusiones porque esto no es magia. Lo que si podemos decir los que trabajamos en esta justicia tan especial es que no esforzamos al máximo para que dejen de hacerse esa pregunta. Y la mayoría de las veces lo conseguimos.